24 octubre 2008

Entonces ¿ya no soy un friki?

Desde 4º de E.G.B. los videojuegos son una de mis aficiones. Ha llovido bastante desde entonces, y siempre el aficionado a interactuar con un cacharro delante de la tele matando marcianitos ha sido considerado un bicho raro, una persona insociable con un ramalazo entre lo preocupante y lo pirado, un friki, vamos.
Y si esa dichosa manía de jugar a las maquinetas aguanta el paso de los años y te acompaña cuando tienes ya treinta y pico, entonces la cosa es aun más preocupante, porque claro, ya no son edades de jugar sino de cosas serias como por ejemplo endeudarse con un piso y un coche (preferiblemente grande para los críos que vendrán, you know), sustituir la cerveza por buen vino, buscar un ascenso en el trabajo, hablar de política y cultivar michelines.
Según por lo que optas, caes en el conjunto de frikis o en el de personas normales, porque ¡ojo! dicen los que entienden -las personas normales, básicamente- que no hay intersección posible entre ambos conjuntos.
Así que heme aquí englobado en el conjunto de frikis por culpa de mi afición a los videojuegos. O eso pensaba al menos hasta que se ha hecho público este estudio conjunto de IGN Entertainment, Ipsos MediaCT donde se afirma que la mitad de los jugones están casados y/o tienen descendencia, la mayoría disfrutan de los videojuegos en compañía, y además son personas más predispuestas a realizar otro tipo de actividades. ¡Mosquis! ¡Mi gozo y mi orgullo de friki en un pozo! ¿No soy entonces comparable con el colega de la foto? ¡Diossssssss! En fin, intentaré superarlo.

Si no te fías de esto que acabo de escribir y no te manejas bien con el inglés puedes empezar ya a ver el canal Aprende Inglés en la TDT con el gran Mr. Vaughan a la cabeza, o visitar la reseña en el idioma de García Márquez.

2 comentarios:

bishop dijo...

Tranquilo, tú siempre serás superlópez.

si kan der dijo...

por la toxa, no? XDDD