10 julio 2008

Prensa no, gracias

Hace mucho, años, que no leo información general en prensa escrita. No es sólo por la impertinencia de tener que ir a comprar el periódico, o porque contenga noticias ‘atrasadas’ (¡del día anterior!)
Es porque no soporto que me quieran hacer el avión con la cucharita para que termine tragándome lo que ellos quieren.
Cuando algo se convierte en noticia debería bastar en un principio con contarlo, sin necesidad de opinar sobre ello y buscarle tres pies al gato. Luego, si la magnitud o importancia de la noticia lo requiere, ya llegaría el momento de editorializar, de explicarla desde varios puntos de vista. Y para eso están los artículos de opinión firmados o la sección de Editorial. Sin embargo es fácil comprobar cómo cada titular, foto e incluso pie de foto contienen no únicamente la información sobre la noticia sino toda una opinión y posicionamiento por parte del periódico.

Los principales diarios nacionales toman partido descaradamente por ciertas opciones políticas y parece que su misión no es simplemente informar, sino pintar la realidad de los hechos como más convenga al sector político que les ampara. Son unos auténticos departamentos de publicidad y marketing de los señores con traje que malgastan nuestros impuestos.

¿Y la radio y la TV? Pues más de lo mismo, pero con una serie de pequeñas diferencias que me las hacen más soportables:
- son más inmediatas, reaccionan antes
- no requiere el esfuerzo y tiempo que sí implica la lectura
- no hay que tirarlos luego en el contenedor de papel para reciclar
- aunque también opinan y venden la realidad como más convenga, al menos sabes qué cara o qué voz está tratando de colártela; mientras que el casi anonimato de un editorial o un pseudónimo en un diario parece que envalentona para ir más allá en la manipulación

Y la principal ventaja en mi opinión, es que en muchas ocasiones puedes oír y ver de primera mano las declaraciones del protagonista de la noticia, sin necesidad de transcripciones intermediarias que añadan, eliminen o cambien las palabras justas para conseguir apoyar a este u otro partido.
Evidentemente siempre pueden omitir declaraciones que no les interesan –no todo lo que es, está- pero al menos lo que sí puedes ver y oír ya nadie lo puede negar –lo que está, es.-